lunes, 1 de abril de 2019

La agricultura ecológica

Al contrario de la agricultura convencional, ésta trata de imitar, en lo posible, a la
naturaleza. Una expresión de ello es el incremento de la biomasa para abono verde o
el aporte de otros abonos orgánicos según principios ecológicos, desistiendo del uso
de productos fitosanitarios químicos, marcando de esta manera una diferencia sustancial
 con la agricultura convencional.

En la agricultura ecológica es importante fomentar los microorganismos para mejorar
la fertilidad del suelo, considerando la calidad y cantidad de los nutrientes, además
de la organización interna de los procesos biológicos.


Cada especie de planta favorece el desarrollo de tipos específicos de vida, especies
diferentes exudan sustancias diferentes que favorecen y reprimen determinadas
poblaciones de organismos en el suelo. De ahí la importancia de las rotaciones y
asociaciones para aumentar la fertilidad mediante la actividad y equilibrio del edafón.

Con la agricultura ecológica se busca una nutrición lenta y constante al fomentar la
nutrición vegetal indirecta (a través del edafón) y no la nutrición directa que altera los
procesos biológicos y el ecosistema en general. Esto se debe a que el hombre no puede

determinar exactamente las concentraciones ni las sustancias requeridas tal como si lo
hace la naturaleza en un ecosistema estable.

Aunque la agricultura ecológica busca una considerable presencia de biomasa generada
en el mismo sistema de cultivo que posibilite:
  • Un reciclaje de la materia orgánica.
  • La actividad del edafón.
  • Movilizar las reservas del suelo.
En algunos casos la complementación con otros recursos para el abonamiento puede ser conveniente. Por lo general, se buscará depender lo menos posible de insumos extralocales y costosos.